Este proyecto dio comienzo en octubre de 2020, cuando el personal de I+D, en su afán investigador, se propuso el objetivo de desarrollo de un equipo compacto que fabrique de forma automática e in situ mascarillas de alta protección, biodegradables, reutilizables y personalizables, permitiendo ubicar este equipo en los propios puntos de consumo (hospitales y otros servicios sanitaros, ayuntamientos, grandes empresas…). De este modo, han dado un salto estratégico ampliando la gama de productos.
Tras 18 meses de trabajo en la planta de Picassent y con una aportación de CDTI de 400.657,16€, la empresa ha conseguido reto tecnológico conseguido.